Tuesday, August 25, 2015

Mi experiencia con el Kenjutsu y Aikijutsu

Miguel Correa
Cuando entré por primera vez al Dojo, para estar dispuesto a aprender Aikijutsu, me sentí emocionado.
En mis primeras clases, iniciaba con algo de miedo, ya que no tenía la confianza necesaria para comprender las técnicas que se mostraban,
Me sentía a veces inservible, al ver que mis compañeros estaban más avanzados que yo, pero después de sentar las bases, pude entrenar con ellos y pude experimentar lo que era realmente lo básico.
Conforme fui progresando empecé a sentir algo que no tenía antes, eso era paz conmigo mismo.
Al estar en contacto con el Aikijutsu, me genero serenidad. Me molestaban diariamente en la secundaria y quería desquitarme con ellos, pero al saber el verdadero motivo de las artes marciales decidí olvidar, que a su vez, fue perdonar.
                                 





Mi primera clase de Kenjutsu y Aikiken la recuerdo muy bien
Entre al Dojo y encontré los Bokken en el suelo, no sabía porque estaban ahí.
Cuando terminamos de hacer los Aikitaisos. El Sensei dijo que tomáramos un Bokken. Al principio lo sentía pesado pero conforme fueron pasando las horas lo sentí ligero como pluma.
Al principio no me gustaba practicar, ya que no lo entendía muy bien, pero fui tratando de dar lo mejor y ahora es lo que me gusta y me llama la atención.
Lo que me encanta practicar son los Kumitachis. Me han gustado porque siento una acción real cuando los practico.


Y sé que no es mucho lo que he aprendido, yo lo siento como bastante. Apenas voy iniciando con este “estilo de vida” pero con lo poco que he practicado me siento bien. Si Dios me lo permite seguiré practicando.

TÉCNICAS OMOTE, URA Y POSICIÓN HANMI, AI HANMI Y GYAKU HANMI

Ashanti Anasai Gaytán Rodríguez


Las técnicas del Aikijutsu se basan en movimientos naturales, descansando en principios de polos negativos y positivos; de esta forma llamamos “omote” a los movimientos hacia adelante y “ura” a los movimientos hacia atrás efectuados con “tenkan”. Así, las técnicas de inmovilización y de proyección tienen movimientos omote y ura.
TÉCNICAS OMOTE (DELANTE)
Éstas se caracterizan por movimientos de entrada en el ángulo muerto del oponente para controlarlo, son naturales y circulares con una fuerte entrada directa.  
TÉCNICAS URA (DETRÁS)
En éstas se gira dibujando un movimiento circular (tenkan) para controlar al otro. Se rota y se atrae al oponente rompiendo su postura con el movimiento basado en el principio de circularidad. 
POSICIÓN HANMI
En esta posición los pies forman un ángulo recto, el pie derecho debe colocarse recto o ligeramente abierto hacia afuera, pero no girando hacia adentro. Cuando el pie izquierdo se encuentra delante, la posición se llama hidari-hanmi, pero cuando el derecho está delante, se llama migi-hanmi. En la postura la distancia de los pies debe ser proporcional a la amplitud de los hombros.
POSICIÓN AI HANMI
Es la posición que adoptan ambas personas frente a frente y con el mismo perfil adelante, esto es, ambos ponen el mismo pie al frente.


POSICIÓN GYAKU HANMI
En esta posición de guardia el “uke” y nage” están frente a frente y con el perfil contrario, lo que significa que ponen el pie distinto adelante.



Abriendo puertas nuevas


Mónica Bárcenas
Abriendo puertas nuevas












El Kenjutsu es un arte marcial japonés con el objetivo de aprender a utilizar de manera correcta el uso de la katana, así como sus derivados y técnicas, creándose una gran cantidad de estilos y distintas escuelas que son conocidos hasta la fecha.



El Aikijutsu se encuentra lleno de técnicas, principios así como disciplina, usando el menor daño posible al oponente, pero siendo contundente…

Creo que todos los que tienen poca información de este tema (incluyéndome) fue gracias a los animes o películas actuales, uno solo lo ve por el lado de las armas, los uniformes, etc. Pero uno solo toca la punta del iceberg.
Sabiendo eso o poco menos, mi interés por estas disciplinas eran solo una comezón que deseaba sacar desde hace tiempo atrás y desgraciadamente quedó como tal, el simple hecho de tener que ejercitarme o sudar, no me parecía nada agradable como lo fue en su tiempo el karate cuando lo practicaba, creo que esos pensamientos me detenían más, sobre todo el tener en cuenta que era difícil saber si se practicaban aquí en Monterrey.
Hace poco tuve la oportunidad de saber que había un dojo donde practicarlo, y por curiosidad quisimos Melissa y yo entrar, y creo que desde ese momento algo en mí quiso cambiar.
Sé que llevo muy poco tiempo en práctica, pero siento que es como si una puerta a un mundo nuevo se abriera para mostrarme el millón de cosas que conlleva.
Las técnicas que he estado aprendido ya sea con bokken, con el jo o mano libre, creo que cada una tiene su dificultad pero poco a poco trabajo en ellas para poder lograr un excelente aprendizaje.
No solo ataque o defensa es lo que se aprende, si no a controlar el ki de cada uno, sentirlo y saber usarlo, pero sobre todo la disciplina dentro o fuera del dojo y para uno mismo, estos dos puntos clave que para mí son el centro del entrenamiento y espero seguir teniéndolos en cuenta.
Nunca creí que algo como solo entrenar fuera algo emocionante en mi vida, no importa el calor o lo cansada que haya sido mi semana, el pensar que voy a entrenar me alegra mucho, también el saber que no solo vas a hacer una rutina si no que conoces gente, creas amistades y eso hace aun más ameno el entrenamiento.
En este poco tiempo que lleva mi vida dentro del Kenjutsu, nunca sentí tanta emoción dentro de mí, la satisfacción por saber que estoy ejercitándome, sintiéndome bien dentro de mí pero sobre todo las bonitas y duraderas amistades que he estado creando… creo que este momento de mi vida es la más emotiva y divertida que he tenido.


Y lo más importante de todo es, no dejar que una práctica como está, se pierda jamás, ya que me encantaría que se compartiera y vivieran la alegría que yo siento al realizarla

¿Kenjutsu o Kendo?

Melissa González                                                                                                                     


¿Kenjutsu o Kendo?

“Quien practica Kenjutsu también practica Kendo, pero quien practica Kendo no conoce el Kenjutsu”.

Empiezo con esta frase que leí en algún sitio porque ahora que me inicie en la práctica del kenjutsu hace unos meses, se me han abierto las puertas a un mundo totalmente nuevo lleno de conceptos, palabras, ejercicios, técnicas y muchas cosas nuevas que en el pasado no habría considerado aprender alguna vez.

Existen muchísimas diferencias entre el kenjutsu y el kendo, aunque comúnmente son confundidas o hasta se llega a pensar que son lo mismo. En lo personal, esto me ocurría a mí ya que antes de empezar a practicar, lo conocía con el término de kendo, y sabía que es un deporte donde tienen combates y utilizan la “katana de madera”. Oh error. Cuanto me faltaba por aprender... En estos momentos sólo me falta un poquito menos.

Ahora, para enumerar algunas de sus diferencias voy a tratar de definir ambas disciplinas.
Por una parte el kenjutsu es un arte marcial japonés tradicional que tiene como objetivo la enseñanza en el uso de la katana. En la antigüedad, era practicado por los samuráis para combatir. Antes de que los samuráis perdieran todo el poder que tenían y el uso de las katanas fuera prohibido en las calles de Japón, existían muchísimos estilos y dōjōs. Cuando estos fueron prohibidos, pocas escuelas pudieron continuar con sus enseñanzas a espaldas del gobierno y gracias a esto, es que el kenjutsu sigue hasta nuestros días.

En nuestra practica se abarcan muchas técnicas de aikijutsu (técnicas con mano libre), aikijo (técnicas con jo) y aikiken (técnicas con bokken).

Y una parte que también me gusta mucho es el uniforme que utilizamos en nuestra práctica. Se le llama keikogi, es un saco y pantalón de tela gruesa de algodón, junto a una cinta; que esta puede ser blanca o negra, dependiente de tu grado. El keikogi suele ser de color blanco, pero también hay de otros colores como negro, gris y azul. También utilizamos la hakama, que es un pantalón largo con 7 pliegues en la parte delantera y 2 en la posterior. En nuestra práctica no hay restricciones en cuanto a los colores a usar en nuestro uniforme, a diferencia del kendo.

En cambio el kendo es un arte marcial modera y deportiva. En combate se utiliza una armadura como protección (bōgu) y shinai o bokken como arma, pero siempre con un fin deportivo.  

El objetivo es ganar una partida de 3 puntos haciendo 2 antes que tu oponente, en un tiempo límite de 5 minutos. Si no hay un ganador al final del tiempo de combate, una extensión del combate se lleva a cabo.

Por ende, el kendo es una evolución del kenjutsu, pensado para la competición, con reglas y lineamientos a seguir.

El empezar a entrenar ha sido una experiencia totalmente diferente pero muy gratificante, ya que nunca había practicado un arte marcial. Nunca me llamo la atención ir a golpear a los demás o aprender a defenderme. Pero me he sentido muy bien. Para mi sorpresa, ha sido muy diferente al concepto que tenía sobre las artes marciales. En un principio, era un poco difícil el tener que diferenciar tantas palabras nuevas, entender los movimientos, seguir el ritmo de entrenamiento, además de tener que “soportar” el dolor al recibir las técnicas o al lastimarme al hacer un mal movimiento, pero sigo esforzándome para crecer más y ser cada vez mejor. Con el avance que he tenido, los cambios en mi cuerpo, así como la mejora en mi condición física y todo lo que he aprendido, me di cuenta que todo vale la pena. Pero esto es también gracias a la paciencia y esfuerzo de mi sensei y mis compañeros, que he podido lograr todo esto.

No sé si fue casualidad o destino, pero el momento en que una amiga me hablo de un dōjō nuevo que estaban por abrir y busque información por curiosidad, fue justo lo que necesitaba. Tenía ciertos problemas personales y estaba en una búsqueda de “llenar un espacio”.  No sabía exactamente que necesitaba, pero al parecer, ¡no pude haber tomado una mejor decisión! La práctica me está ayudando a alcanzar una satisfacción en mi ámbito personal y sentirme realizada y muy feliz!! J
Y lo mejor de todo es que me he encontrado con muy buenas personas y muy buenas amistades dentro del tatami.
Domo arigatou gozaimasu!

Friday, August 21, 2015

mi experiencia en el aikido



Mi nombre es Luis Manuel Arce Mendez tengo 12 años y este mi ensayo sobre mi  experiencia en el Aikido, bueno para empezar yo nunca había oído sobre esta arte marcial hasta que un dia se me dio la oportunidad  de poder practicarla, y desde  entonces la sigo practicando y me gusta mucho, lo llevo practicando desde hace un año y mediopor fin presentare mi primer examen en otras ocasiones lo pude haber presentado pero no me pude preparar así que no lo presente pero lo bueno es que en esta ocasión lo podre cumplir , una de las cosas que me gusta mucho de estar en estas clases es que puedo convivir con mas personas y crear muchas mas amistades aparte  siempre me han gustado las artes  marciales , una de mis  mejores experiencias en el aikido creo que sera presentar por primera vez mi examen , estas ultimas semanas nos hemos esforzado mucho todos ya que en esta semana presentaremos el examen . para mi ha sido algo agotador ya que es mi primera vez pero con el paso del tiempo yo creo que sera menos difícil, el aikido para mi es usar la fuerza del oponente para derribarlo pero solo cuando es necesario ya que no se debe utilizar para dañar a alguien que no te ha hecho daño también he notado que el aikido te hace reflexionar las cosas antes de hacerlas y te ayuda a comprender y a valorar a las personas, yo practico esta arte marcial aparte de que me gusta la practico porque es una arte marcial que me ha llamado mucho la atención ya que es algo muy útil en la vida. Esta actividad implica de mucha  responsabilidad ya que si la tomas a juego te podrías lastimar tu o tu oponente
Desde el día que entre a estas practicas me quedo muy en claro que estas técnicas que nos enseñan cada día y que practicamos con mucho esfuerzodedicación son solamente para en casos de ser atacado saber defenderse no para ir por la vida causando problemas porque sabes una arte marcial. Las  clases me encantan las disfruto al máximo desde que empiezan hasta que acaban . Hasta ahora he practicado demasiados deportes a lo largo de mi vida comonatación, basketball, futball, tae-kwondo, y muchos mas pero este que actualmente estoy practicando que es el aikido es el que mas me ha gustado. En estas practicas he creado muchas amistades que todavía siguen practicando esta arte marcial pero desafortunadamente también muchos de ellos se tuvieron que retirarse esto. Aveces me he dado la oportunidad de ponerme a investigar sobre la historia del aikido y existen muchos datos interesantes que he investigado como uno de ellos es la historia de nuestro sensei (el creador del aikido) Morihei Ueshiba y la verdades muy interesante también he investigado de muchos otros datos curiosos y me he dado cuenta que el aikido tiene muchas historias de su comienzo. Bueno con este dato me despido espero que mi ensayo les haya gustado y que sea mucho de su agrado.


Thursday, July 30, 2015

Aikido, aikijutsu, kenjutsu





Mi encuentro con el Aikido

Todo inicio llevando a practicar a mis dos hijos Aikido en el dojo del Club de Tenis ubicado en, Apodaca,  durante varias semanas observaba lo que hacían sentada desde los escalones de la entrada, no niego que me llamo mucho la atención, pero “mi edad y mi status de señora” no me permitían decirlo abiertamente, sin darme cuenta que mi mayor obstáculo era mi propio pensamiento y nada mas. Me emocionaba verlos rodar, tal vez no fui tan discreta en mis expresiones faciales, pues la invitación llego casi a mes y medio después de estar llevando a mis hijos a practicar, sentía mucha emoción, entre dudas, preguntas, pensamientos reflexivos, ¿A dónde voy con esto si acepto esta invitación?, ¿En que me beneficia? ¿Qué pensarían los demás que una señora de casi 38 años este haciendo todo esto?... y así puedo describir un montón de preguntas, algunas bastante absurdas, pero dije si, y me anime a entrar,  a su vez, buscar conocer la historia de todo esto, me encontré primeramente con los beneficios de salud que se obtienen practicando esta disciplina que es una gran ayuda para las mujeres de mi edad, con este arte marcial se puede obtener  mayor flexibilidad y saben… no importa la edad o el tiempo que se dejo de realizar ejercicio, el cuerpo tiene memoria, y la flexibilidad regresa, ¡soy testigo!  Además de calcificar tus huesos, aprender a utilizar los 2 hemisferios lo cual fortalece la memoria, te sientes viva, el poder de concentración va en aumento.

Este arte marcial en la antigüedad era solo para cierto élite
del Japón, de hecho solo era para hombres, al paso del tiempo se le dio apertura a las mujeres pero solo era para las esposas de los hombres con poder, hoy día lo practicamos muchas mujeres, niños, jóvenes y por supuesto hombres.
El inicio fue muy difícil, no tanto por lo que te piden hacer, si no por lo que siempre me exijo a mi misma, el rodar fue mi mayor reto, yo veía a todos y lo hacían tan perfecto, que me avergonzaba intentarlo siquiera, sin embargo el Sensei nunca se cansó de animarme, aún en mi desesperación, y probablemente en la de él.
 

Fui rompiendo con tantos paradigmas y miedos (que aun faltan), descubrí que mi lado mas fortalecido es el izquierdo, y que si te lo propones el derecho se fortalece también.  Aplaque mi ansiedad de búsqueda para conocer mas y aprendí a vivirlo, hay veces que no entiendo alguna técnica, pero la misma lógica del movimiento te marca que hay error o que estas en lo correcto. Es conocerte por completo, desde lo que puedes hacer, hasta tus límites, y así empezar a romper con esas limitaciones. Después de un año logre la rodada que le daba cabida en mi cabeza, lo deseaba tanto y sin errores, y entonces aprendí que la perfección es buena pero no se logra desde un inicio sino a través de la práctica, que no siempre estarás con tu compañero (a) de práctica, que no todos  tenemos la misma perspectiva al momento de aprender, sin embargo hay que esforzarse por compartir tus conocimientos y habilidades con los que estás, “siempre hay algo que puedes dar”.

Esto es solo el primer paso para continuar un camino maravilloso, dónde no solo se forja un cuerpo, también un carácter, una personalidad, que tiene que dar lo mejor de si.



Cuando de niño te dicen “tu no,  porque no puedes”, queda grabado en tu mente y aunque aparenta no estar, vive ahí, porque nunca cruzaste la línea del límite impuesto.  Pero llega un momento en que te encuentras con tu limitación cara a cara, donde ya no puedes culpar ni a tu pasado, ni a nadie, y es el momento de enfrentarlo para realización propia y demostrarte todo lo que puedes lograr tomando la decisión.


Deyanira Martínez